Cibi Fermentati: cosa sono e perché fanno bene

Alimentos fermentados: qué son y por qué son buenos para ti

Vino, cerveza, queso, chocolate, café y yogur son algunos de los alimentos fermentados que se encuentran habitualmente en nuestros hogares.

Comer alimentos fermentados es la forma más fácil y rápida de tomar la dosis diaria ideal de probióticos , esos microorganismos que, en cantidades adecuadas, aportan beneficios a nuestra salud. Sólo por nombrar algunos de estos beneficios, los alimentos fermentados: - matan las levaduras y los microbios dañinos que causan, por ejemplo, la candidiasis - mejorar las funciones cognitivas y digestivas - aumentar las funciones inmunes - ayudar a tratar el síndrome del intestino irritable.

Aliados para sentirse bien

Un alimento se define como fermentado cuando los azúcares y los carbohidratos, contenidos naturalmente en él, interactúan con bacterias, levaduras y microbios de tal manera que modifican la estructura química del propio alimento.

La microflora que vive en los alimentos fermentados crea una capa protectora en el exterior del intestino y actúa como escudo contra factores patógenos , como la salmonella y Escherichia Coli.

Comida fermentada:

  • conduce a un aumento de anticuerpos y un sistema inmunológico más fuerte
  • regula el apetito
  • reduce la dependencia de azúcares y carbohidratos refinados

Además, la fermentación mejora la absorción de los nutrientes presentes en los alimentos que comemos y hace que los minerales que contienen estén fácilmente disponibles. Las bacterias de los alimentos fermentados también producen vitaminas y enzimas que son beneficiosas para la digestión.

Por lo tanto, los alimentos fermentados pueden ser la manera de tener un enfoque seguro, económico y natural para proporcionar una barrera adicional contra las infecciones bacterianas .
Además, recientemente se ha demostrado que los alimentos fermentados pueden reducir la ansiedad.

Un estudio publicado por la Universidad de Maryland, EE. UU., encontró una conexión entre los trastornos de ansiedad y la salud intestinal. De hecho, muchas de nuestras emociones parecen estar influenciadas por los nervios presentes en el intestino. La microbiota humana dirige la comunicación entre el intestino y el cerebro y tiene control sobre el estado de ánimo y el comportamiento. Por tanto, un correcto equilibrio en la ingesta de probióticos también es fundamental para nuestra salud mental .

Los beneficios

Alimentos fermentados: algunos ejemplos

1. kéfir

El kéfir es un producto lácteo fermentado (elaborado con leche de vaca, cabra u oveja) que sabe a una versión líquida del yogur. Este producto proporciona altos niveles de:

  • Vitamina B12 : ayuda a mantener saludables las células nerviosas y los glóbulos rojos.
  • Vitamina K2 : la mejor amiga de la mujer , contrarresta el envejecimiento y mantiene la piel sana y brillante
  • Biotina: especialmente indicada en caso de dermatitis o acné, preserva la salud del cabello y las uñas.
  • Calcio y Magnesio
  • Enzimas y probióticos

2. Chucrut

El chucrut es rico en fibra y vitaminas A, C, K, B. También es una gran fuente de hierro, cobre, calcio, sodio, manganeso y magnesio.
Varios estudios sugieren que el chucrut tiene una variedad de efectos beneficiosos para la salud humana: puede ayudar a mejorar la digestión, favorecer la circulación, combatir la inflamación , fortalecer los huesos y reducir los niveles de colesterol .

3. Encurtidos

¿Sabías que los encurtidos contienen probióticos? Los encurtidos fermentados contienen numerosas vitaminas y minerales, antioxidantes y probióticos beneficiosos para el intestino.
Los encurtidos pueden acudir al rescate en todos los casos comunes de deficiencia de vitamina K. Una pequeña cantidad de encurtidos contiene aproximadamente el 18% del requerimiento diario de esta vitamina, que juega un papel importante en la salud de nuestros huesos y corazón .

4. Miso

El miso se crea fermentando soja, cebada o arroz integral y el hongo Koji. Es el ingrediente principal de la sopa de miso, un plato tradicional japonés.
El miso tiene propiedades antioxidantes y ayuda a mantener la piel sana. Da un impulso al sistema inmunológico y ayuda a reducir el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. Finalmente, promueve la salud del sistema nervioso.

5. Quesos de leche cruda

Los quesos de leche cruda se elaboran con leche que no ha sido pasteurizada.
La leche de cabra, oveja y vaca es particularmente rica en probióticos, incluido el famoso Bífidus.

6. yogur

El yogur, junto con el kéfir, es un producto lácteo único en su tipo porque se encuentra entre los mejores alimentos probióticos más disponibles en el mercado. El yogur probiótico es el producto lácteo fermentado más consumido en los países industrializados.

Es importante, a la hora de comprar yogur probiótico, prestar atención a tres cosas:

  • que provenga de leche de cabra u oveja, si tienes dificultades para digerir la leche de vaca;
  • que procede de la leche de animales alimentados con pastos;
  • que sea orgánico.

El consumo de yogur se ha asociado con una mejora en la calidad del metabolismo y una mejora de la presión arterial.

Comidas fermentadas

Fermentación casera

Fermentar verduras es fácil, sólo necesitas un tarro con agua y sal. Estos últimos, cuando se combinan, forman salmuera , que favorece el proceso de fermentación. Las verduras que se pueden fermentar fácilmente en casa son el repollo, las zanahorias, los guisantes, los nabos, los rábanos y la remolacha.

A continuación se ofrecen algunas instrucciones para intentar fermentar verduras en casa:

  • Utilice un frasco grande. Preparar las verduras que se van a fermentar rallándolas, troceándolas, cortándolas en rodajas o rodajas o dejándolas enteras.
  • Una vez que las verduras estén listas y colocadas en el frasco, cúbrelas con la salmuera. Añade tus especias favoritas si quieres. Deje un poco de espacio en la parte superior del frasco ya que se formarán burbujas durante la fermentación. Asegúrese de que la tapa esté bien cerrada durante los procesos de fermentación.
  • La mayoría de las verduras tardan de 2 a 7 días en fermentar . Cuanto más los dejes fermentar, más fuerte se volverá el sabor. Una vez abierto conservar el tarro en el frigorífico.

    Para el bienestar intestinal, integra alimentos fermentados en nuestras propuestas .

    Etiquetas:
    Entrada antigua Volver a Salud y Bienestar Publicación más reciente