La protección de la piel durante la estación fría es importante porque la piel sufre diversas "tensiones" provocadas por el viento y las bajas temperaturas. El frío estrecha los vasos sanguíneos y hace que la piel se seque, se seque y se enrojezca.
¿Cómo "defender" tu piel del frío?
Esto es lo que debes hacer
1) NUTRICIÓN: BEBER CON FRECUENCIA Y ELIGE ALIMENTOS SALUDABLES
En invierno tendemos a beber poco debido a que el frío reduce la sudoración y el consiguiente "estímulo" a hidratarnos. Este “mal” hábito hay que corregirlo porque las bajas temperaturas deshidratan el cuerpo y resecan la piel .
Para mantener tu cuerpo y tu piel sanos es fundamental hidratarte constantemente . Una buena alternativa al agua, ideal también para entrar en calor, son las infusiones y tisanas , especialmente el té verde porque es un antibacteriano natural perfecto para prevenir dolencias estacionales de forma natural.
También se debe prestar atención a la nutrición. Existen alimentos propios de las estaciones frías que tienen efectos beneficiosos para la piel como:
- nueces , que contrarrestan el envejecimiento cutáneo;
- calabaza , rica en vitaminas y antioxidantes que la hacen perfecta para hacer mascarillas faciales nutritivas caseras;
- granada y cítricos , que ayudan a la hidratación corporal porque están compuestos por más de un 75% de agua, perfectos también para preparar excelentes zumos ricos en vitaminas.
2) ROSTRO: HIDRATARLO CUIDADOSAMENTE
No hay que olvidar la rutina diaria de belleza . La piel, en invierno, necesita hidratación para no perder elasticidad; por ello es importante cuidarlo de la forma adecuada con tratamientos específicos y buenos hábitos diarios.
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PASO 1 : Prepara la piel de tu rostro para afrontar el invierno durante todo el año.
Es fundamental hidratar tu piel todos los días, durante todo el año. Una o dos veces por semana, añadir a la crema, el uso de mascarillas y tratamientos para la reconstrucción y regeneración de la epidermis.
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PASO 2 : Elige la crema hidratante específica para el resfriado
Durante la temporada de frío, aplica en tu rostro una crema específica para tratar la piel en caso de temperaturas frías .
Las cremas ideales tienen una textura súper nutritiva e hidratante con un alto contenido en ácido hialurónico, aceites, mantecas vegetales y aguas termales.
Su consistencia mantecosa se funde al contacto con la piel, penetrando profundamente y evitando la pérdida de agua e hidratación. Además, crean una película que protege la epidermis de agentes externos.
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PASO 3: Protege tus labios
Una zona del rostro muy sensible y delicada son los labios que a menudo se agrietan hasta el punto de sangrar. Para protegerlos utiliza un acondicionador hidratante , los suaviza y evita que se agrieten. Para una mayor hidratación, aplica el bálsamo también por la noche antes de ir a dormir, este actuará durante la noche dejándote unos labios nutridos a la mañana siguiente.
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PASO 4 : El exfoliante
Para devolverle la luminosidad a tu rostro, realiza una exfoliación delicada y nutritiva una vez por semana.
Masajea suavemente tu rostro, con movimientos circulares, centrándote en la zona T. Esto permite eliminar las células muertas y asegura la oxigenación de los tejidos.
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PASO 5 : Un poco de maquillaje
El maquillaje crea una capa protectora antihielo. Durante la temporada de invierno, no renuncies a la base (o bb cream) y la crema en polvo para aplicar después de la crema hidratante.
Recomendación para los amantes del esquí y los deportes de invierno.
Proteger la cara en las pistas no es una operación que deba descuidarse porque la piel está expuesta al viento, a la nieve y al sol durante muchas horas. Por tanto, es imprescindible protegerse la cara con la mascarilla y el pañuelo, que actuarán como un "escudo" externo. Para una acción más profunda, no olvides el protector solar: nutre desde el interior y protege de los rayos UV especialmente fuertes, amplificados por el resplandor de la nieve.
3) CUERPO: ABRAZARLO EN LA DUCHA
Después de un largo día, una ducha o un agradable baño es una buena opción para disfrutar de un momento de relax.
En los meses fríos solemos utilizar agua a altas temperaturas para mantenernos calientes. El agua muy caliente, aunque agradable, tiende a privar a la piel de su barrera protectora natural, haciéndola más vulnerable. La temperatura recomendada, para garantizar el calor adecuado sin dañar la piel, ronda los 36-37 grados .
Además de la temperatura del agua, es importante utilizar detergentes y jabones neutros , delicados y sin excesivas fragancias, que no ataquen las pieles ya débiles y estresadas. Los más indicados son los que contienen manzanilla, miel y caléndula, ingredientes calmantes y muy hidratantes .
Una vez a la semana, aplica un exfoliante:
- promueve la regeneración celular;
- elimina las células muertas de la epidermis;
- deja la piel luminosa y sedosa.
Después de la ducha, dale a tu piel un último mimo con cremas corporales o aceites a base de ingredientes nutritivos con propiedades emolientes.
4) MANOS: CUÍDALAS ESPECIALMENTE
Las extremidades del cuerpo son las más expuestas a las bajas temperaturas.
Con el frío, las manos a menudo se agrietan hasta el punto de crear microlesiones que, si se descuidan, pueden empeorar y provocar dermatitis.
La principal causa de las microabrasiones es la deshidratación . En primer lugar es imprescindible utilizar guantes , que mantengan las manos calientes. También es aconsejable no lavarse las manos con agua demasiado caliente, ya que el choque térmico provoca un mayor estrés en la piel. Masajea tus manos diariamente, incluso varias veces al día, con cremas hidratantes y nutritivas específicas a base de aceites vegetales o manteca de Karité que actúan en profundidad.
Para tratar cualquier agrietamiento, haga una compresa y extiéndala en las manos por la noche antes de acostarse. Derrita un poco de manteca de karité en las palmas de las manos y extiéndala uniformemente en los dedos y el dorso. Deja actuar la compresa mientras duermes después de usar guantes de algodón. A la mañana siguiente, enjuágate bien las manos y lucirán más hidratadas y suaves.
Incluso las uñas necesitan cuidados durante las estaciones frías porque tienden a romperse con mayor facilidad.
Masajearlos con aceite de oliva o de almendras:
- dificultan la rotura;
- alivian las grietas;
- hidratan la uña y la fortalecen.
5) AMBIENTE: HUMIDIFICARLO
En lugares donde pases muchas horas es recomendable humidificar el ambiente . Durante el invierno, la calefacción de las habitaciones reseca el aire y esto puede deshidratar la dermis.
Para humidificar las habitaciones no es necesario utilizar humidificadores eléctricos sino simplemente llenar recipientes con agua o colgar paños húmedos sobre los radiadores. Si quieres hacer más agradable el ambiente también puedes añadir un par de gotas de aceite esencial con aromas florales.